El caminar con Dios no es pasivo

El caminar con Dios no es pasivo, es una jornada intencional. Cada día, el Espíritu
Santo produce en nosotros frutos de bondad, justicia y verdad. Estamos llamados a
vivir con entendimiento, buscando siempre agradar al Señor, no a los hombres. Aún
en lo cotidiano, en lo sencillo, Él ve nuestras obras y promete recompensa. No
importa si somos siervos o libres: lo que hacemos para Él tiene un valor eterno. Como
Pablo, debemos seguir adelante hacia la meta, sabiendo que el supremo llamamiento
de Dios en Cristo Jesús nos espera.

Versiculos de apoyo:

Efesios 5:9-10: Porque el fruto del Espíritu es en toda bondad, justicia y verdad,
comprobando lo que es agradable al Señor.
Efesios 1:15: Por esta causa también yo, habiendo oído de vuestra fe en el Señor Jesús, y de vuestro amor para con todos los santos, 
Efesios 2:6-7: Y juntamente con Él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los
lugares celestiales con Cristo Jesús; para mostrar en los siglos venideros las
abundantes riquezas de su gracia en su bondad para con nosotros en Cristo Jesús.
Efesios 5:17: Por tanto, no seáis insensatos, sino entendidos de cuál sea la voluntad
del Señor.
Efesios 6:7-8: Sirviendo de buena voluntad como al Señor y no a los hombres;
sabiendo que el bien que cada uno hiciere, ése recibirá del Señor, sea siervo o libre.
Filipenses 3:14: Prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en
Cristo Jesús.

Oración
Señor, gracias por tu palabra que me guía, corrige y fortalece. Ayúdame a vivir cada
día guiado por tu Espíritu, haciendo lo que te agrada. Que mi corazón esté siempre
dispuesto a servirte con amor y obediencia. Enséñame a caminar en tu voluntad y a
no desmayar, sabiendo que tú me has llamado con un propósito eterno. En Cristo
Jesús, amén.

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